Pensamientos otoñales

𝔇𝔢𝔫𝔫 𝔡𝔦𝔢 𝔗𝔬𝔱𝔢𝔫 𝔯𝔢𝔦𝔱𝔢𝔫 𝔰𝔠𝔥𝔫𝔢𝔩𝔩

Ha llegado el otoño y, con él, se me ha llenado la cabeza de pensamientos otoñales. Son pensamientos de murciélagos, de brujas, de misterio, de vellos erizados y dedos helados, de tardes cada vez más cortas, de noches cada vez más largas.

Entre esas noches largas, noches cubiertas de una bruma silenciosa y fría luz de luna, se asoma esa enigmática novela romántica de Bram Stoker llamada Drácula, cuyo terrible protagonista no deja a nadie indiferente.

Y es que con el Conde sentimos locura, sentimos deseo, sentimos un amor que viaja más allá del tiempo. Pero, sobre todo, lo que sentimos es miedo, miedo a la enfermedad, miedo a la tormenta, miedo a estar muerto (o lo que parece ser peor: miedo a estar no muerto.)

Ha llegado el otoño y, con él, mi homenaje a uno de mis libros favoritos de todos los tiempos.

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