Retro - Un encuentro con Cicely Mary Barker

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Hoy, por ser 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, me gustaría rendirle homenaje a una artista e ilustradora de la época Victoriana británica, reconocida especialmente por sus preciosas ilustraciones de hadas y flores: Cicely Mary Barker (1895-1973).

Cicely Mary Barker en su adolescencia

Nacida en Croydon, Inglaterra, Barker era hija de un empleado de una fábrica de cerveza y una modista. Desde pequeña mostró un gran talento para el dibujo y la pintura, y aunque su familia no tenía muchos recursos, sus padres la apoyaron en su pasión por el arte. Su madre, en concreto, fue una gran fuente de inspiración para ella, pues fue ella la que le inculcó el amor por la naturaleza, una conexión que más tarde retrataría en sus ilustraciones.

De pequeña, Cicely Mary Barker padeció epilepsia, lo que la mantuvo durante mucho tiempo en cama. Durante aquellos años, pasaba el tiempo leyendo libros con ilustraciones de Kate Greenaway y Randolph Caldecott, dos artistas que influirían su trabajo artístico posterior de manera notable.

La joven Barker se formó en la Croydon School of Art y en la Royal Academy School, donde perfeccionó su técnica en el dibujo y la pintura. Sin embargo, tuvo que abandonar sus estudios para ayudar a su familia después de la Primera Guerra Mundial.

El hada de la prímula

Durante la década de 1920, las hadas se pusieron de moda en el arte y la literatura gracias a obras como Peter Pan de J.M. Barrie o The coming of the fairies (El misterio de las hadas) de Sir Arthur Conan Doyle, un libro inspirado en el mediático caso de Las hadas de Cottingley, en el que dos jovencitas aseguraban haberse fotografiado con unas hadas. Además, la reina consorte María de Teck acabó por popularizar aún más este tema enviando a sus amigos postales ilustradas por Ida Rentoul Outhwaite, donde también se podían ver hadas y otras criaturas mágicas.

Fue en este contexto, en el año de 1923, cuando Cicely Mary Barker publicó su primer libro de ilustraciones, titulado Flower Fairies of the Spring (Hadas de las flores de primavera), el cual fue un gran éxito en ventas. A partir de ese momento, comenzó a publicar una serie de libros en los que retrataba hadas de las flores en distintas estaciones del año; como dato curioso, a pesar de que había publicado dichas hadas en primavera, otoño y verano, no fue hasta 1985 que se publicaron sus trabajos de hadas de las flores de invierno de manera póstuma.

El hada de la campanilla de invierno

Podríamos decir que, tras tal rotundo éxito, Cicely Mary Barker descubrió su nicho de mercado dentro del mundo de la ilustración, y dedicó toda su carrera artística a pintar hadas y flores, además de otras obras de corte religioso, pues estaba muy comprometida con las labores de la parroquia a la que solía acudir.
Para dibujar a las hadas, Cicely Mary Barker se inspiraba principalmente en los niños y niñas que su hermana Dorothy Barker cuidaba en la guardería que tenía en la casa familiar, donde también estaba situado el estudio de la artista. No fueron pocas las ocasiones en las que Barker pidió a los pequeños y pequeñas que posaran para ella. En cuanto a las flores y plantas, Barker procuraba estudiarlas y dibujarlas del natural, de ahí que cuenten con gran lujo de detalles.

En sus ilustraciones, Cicely Mary Barker nos muestra unas hadas dulces y traviesas, con unas expresiones que recuerdan a las de cualquier niño o niña que podamos toparnos en nuestro camino. Sin embargo, la atmósfera de sus imágenes es nostálgica; esto se debe principalmente al gusto que tenía la ilustradora por las pinturas de los artistas ingleses prerrafaelitas, las cuales siempre estaban dotadas de un halo misterioso y romántico.

Las hadas del guisante de olor

Cicely Mary Barker dibujó y pintó un total de 170 ilustraciones botánicas y faéricas, incluyendo en todas ellas un pequeño verso o poema dedicado a las hadas que ilustraba. Todos estos trabajos están completados en acuarela y tinta, si bien dominaba con la misma destreza y maestría el óleo y los pasteles.

En la actualidad, se considera a Cicely Mary Barker una de las ilustradoras más talentosas de la Inglaterra victoriana. No sólo consiguió disfrutar del éxito de su obra (que, a pesar de todo, cobró verdadera notoriedad tras su fallecimiento) y de su consecuente rédito económico, sino que pudo trabajar como profesora en la Croydon School of Art, lo cual la convirtió en una mujer artista y económicamente independiente a pesar de las dificultades de la época, desafiando de este modo las convenciones sociales y de género de la sociedad en la que le tocó vivir.

Además, en una Inglaterra cada vez más industrializada y urbanizada, en la que el paisaje campestre británico se veía amenazado cada vez con más insistencia, Barker ofreció a través de sus ilustraciones botánicas una visión del mundo mucho más natural, así como la importancia de cuidar el medio ambiente.

No es de extrañar pues que la figura de Cicely Mary Barker haya ido ganando en notoriedad e importancia en el mundo de la ilustración: por un lado, podemos considerar a la artista como un ejemplo de empoderamiento y lucha por la igualdad de género; por otro, sus ilustraciones de hadas de las flores han inspirado a toda una generación de artistas venideros. A día de hoy, el grupo Penguin Random House sigue reeditando la obra de esta maravillosa y dulce ilustradora, no solo respetando su concepción original, sino también adaptándola a distintos formatos y edades de lectura, así como lenguajes narrativos. Así pues, no sólo podemos adquirir la obra de Las hadas de las flores tal y como la ideó la propia Cicely Mary Barker, sino que también podemos disfrutar de otro tipo de historias, como las creadas en el universo Fairyopolis, publicada en España bajo el sello de Montena.

El hada de las dedaleras

Espero que hayáis disfrutado de este artículo y de esta ilustradora. Personalmente, encuentro su obra conmovedora y absolutamente digna de toda admiración y estudio. De hecho, os he querido traer hoy a Mary Cicely Barker porque, en parte, ella ha inspirado mi próximo álbum ilustrado, del que os hablaré a medida que lo vaya ilustrando.

¿Tenéis alguna ilustradora, victoriana o no, que os guste y cuya obra os gustaría recordar en el día de hoy? Si es así, os invito a que dejéis vuestros comentarios y a que, entre todxs, reivindiquemos el papel de la mujer en el mundo del arte y la ilustración, pues no sólo somos musas, sino que también somos grandes creadoras y, al igual que Mary Cicely Barker, podemos dejar una huella absolutamente imborrable.

Feliz 8 de marzo, feliz Día Internacional de la mujer.

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